El papel de las células madre en la Medicina regenerativa

En el siglo XX, los antibióticos y las vacunas revolucionaron la medicina. Estos avances científicos supusieron un gran impacto en la sociedad ya que gracias a ellos mejoró en gran parte la salud pública y la esperanza de vida de la población. Ahora en el siglo XXI, ha irrumpido el tercero de ellos, la medicina regenerativa. Los investigadores y clínicos no dudan en calificarla como la tercera revolución médica, dado el gran potencial terapéutico que ofrecen las células madre. Estas no solo son capaces de diferenciarse y formar cualquier tipo de tejido del cuerpo, sino que también son capaces de dividirse para producir más células madre. De ahí que los científicos estimen que es la fuente perfecta para tratar multitud de enfermedades donde se ha producido un daño celular, desde la diabetes hasta el alzhéimer.

La medicina regenerativa es la especialidad que aplica principios de la ingeniería y de ciencias de la salud para fabricar sustitutos biológicos que mejoren o reemplacen los órganos o tejidos dañados que ya no pueden realizar sus funciones. Un ejemplo sería el desgaste que sufre el cuerpo de un deportista de élite en sus articulaciones, estas células serian capaces de regenerar la zona dañada, bajar la inflamación recuperar el tejido lesionado, pudiéndose tratar de cartílago, tendones, músculo y ligamentos, y disminuyendo el dolor y el tiempo de recuperación.

El principio en el que se basa la medicina regenerativa, la potencialidad del cuerpo para repararse a sí mismo, no es una excepción en la naturaleza. Muchos animales pierden partes de su cuerpo al intentar escapar de sus depredadores. Su cuerpo tiene la capacidad de fabricar uno a uno los tejidos del apéndice perdido, músculos, nervios, vasos sanguíneos, y disponer al cabo de unos 70 días de esa falta. Pensar que el cuerpo humano puede albergar una habilidad similar no parece un disparate con la llegada de la medicina regenerativa.

Fuente: https://bit.ly/3zyZQ8o