Semana 8 de embarazo - Curso y síntomas, desarrollo del bebé
Índice de materias
  1. Desarrollo del bebé y bienestar de la madre en la octava semana de embarazo
  2. Desarrollo del bebé
  3. Bienestar de la madre

Desarrollo del bebé y bienestar de la madre en la octava semana de embarazo

A pesar de que tu abdomen aún no muestra un aumento visible, en esta etapa podrías comenzar a sentir los primeros signos de que estás esperando un bebé. Estas sensaciones pueden incluir molestias por encima de la sínfisis púbica, problemas digestivos o dolores de cabeza. La octava semana es un buen momento para realizar la primera visita al ginecólogo y llevar a cabo pruebas importantes, como la ecografía.

Desarrollo del bebé

En este momento, el tamaño del bebé es aproximadamente el de una frambuesa madura, midiendo alrededor de 13 mm. Su corazón late a una tasa de 150 latidos por minuto y ya está formando los rudimentos del canal auditivo y el sistema vestibular, permitiéndole reaccionar a estímulos como la música y los masajes rítmicos.

El bebé tiene la cabeza grande en comparación con el resto del cuerpo, con la mandíbula, la barbilla, las fosas nasales y los párpados claramente formados. Los ojos, aunque todavía separados, están desarrollando pupilas y pigmento en el iris. Las orejas externas están en crecimiento, y el canal auditivo está en formación. Durante esta fase, la inervación del oído interno permite al bebé responder a las actividades de la madre, como calmarse al escuchar melodías suaves o durante una caminata.

La columna vertebral está ligeramente flexionada pero funcional, sirviendo como base para el desarrollo de las extremidades. La formación de los intestinos está en progreso, y estos comienzan a ascender a la cavidad abdominal. Los huesos de los dedos y las articulaciones pueden ser visibles en una ecografía, mientras que la cola del bebé está desapareciendo. Al final del segundo mes, los pulmones, la laringe y la vejiga urinaria empiezan a formarse, y la piel del bebé, aún muy delgada, muestra una red de vasos sanguíneos. Los órganos sexuales empiezan a diferenciarse, pero el sexo del bebé solo será identificable en unas semanas.

Bienestar de la madre

Durante esta etapa, la ecografía puede realizarse para confirmar el embarazo, verificar la posición del bebé y estimar la fecha de parto. Aunque esta exploración no es obligatoria en la octava semana, ayuda a establecer una base para el seguimiento. En el primer trimestre, se recomienda una ecografía genética entre las semanas 11 y 14, la cual se realiza a través de la pared abdominal. En este momento, se suele utilizar una sonda transvaginal debido al tamaño del útero.

El crecimiento del útero puede causar varias molestias, como dolor abdominal inferior, sensación de tirón en la ingle, y dolor de espalda que puede irradiar hacia el muslo. La presión del útero sobre la vejiga también puede llevar a una necesidad frecuente de orinar. Además, es posible que experimentes estreñimiento y cambios en la apariencia de los senos, que se vuelven más sensibles e hinchados, con los pezones oscureciéndose y mostrando glándulas más visibles.

Entre los síntomas comunes se encuentran dolores de cabeza, a veces acompañados de visión alterada, somnolencia y fatiga crónica. Las náuseas y los vómitos pueden contribuir a la pérdida de apetito y peso. A pesar de estos cambios significativos, el abdomen sigue sin mostrar una redondez notable.