Visión general de esta etapa
En este período, la anticipación y la emoción crecen a medida que el parto se aproxima. El bebé está casi completamente desarrollado, y la madre puede experimentar cambios físicos notables mientras su cuerpo se alista para el nacimiento.
Experiencias comunes incluyen:
- Movimientos del bebé que se vuelven más fuertes y notables.
- Aumento de la incomodidad debido al tamaño del vientre, lo que puede afectar el sueño y la movilidad.
- Visitas más frecuentes al proveedor de atención médica para vigilar la salud del bebé y la madre.
Salud y bienestar de la madre
Es esencial centrarse en el bienestar durante esta etapa crucial:
- Mantener una dieta equilibrada para asegurar los niveles de energía y los nutrientes necesarios tanto para la madre como para el bebé.
- Realizar ejercicio moderado, como caminatas o yoga prenatal, para aliviar el malestar y fortalecer el cuerpo para el trabajo de parto.
- Prepararse para la posibilidad de un parto prematuro organizando la bolsa para el hospital y revisando los planes de parto.
Consideraciones de salud y síntomas pueden incluir:
- Monitoreo de señales de parto prematuro, como contracciones regulares o cambios en el flujo vaginal.
- Posibles molestias como acidez estomacal, hinchazón y aumento de la presión en la pelvis a medida que el bebé se mueve hacia abajo.
Desarrollo del bebé
Durante esta fase, el bebé sigue alcanzando hitos importantes en su desarrollo:
- Crecimiento: El bebé mide aproximadamente 44 cm de la cabeza a los pies y pesa alrededor de 1900 gramos.
- Desarrollo físico: La acumulación de grasa sigue aumentando, lo cual es crucial para regular la temperatura y proporcionar energía tras el nacimiento.
Hitos del desarrollo:
- El cerebro continúa su maduración, mejorando la capacidad para regular funciones corporales.
- Los pulmones están casi completamente desarrollados, preparándose para la respiración al nacer.
Ultrasonido y pruebas diagnósticas
Durante este momento del embarazo, los ultrasonidos ofrecen información importante sobre el crecimiento del bebé, la cantidad de líquido amniótico y el estado general. También es clave revisar la posición del bebé para asegurarse de que esté en la posición adecuada para el parto.
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